Desde hace varias semanas, se han presentado algunos ataques a museos en diferentes partes del mundo. Estos ataques han sido ejecutados por activistas, quienes han decidido usar esta medida llena de vandalismo, para protestar por problemas ambientales.
Son actos de vandalismo
Los museos se han convertido en el centro de atención de los activistas, por desgracia, su atención ha sido orientada de una manera muy negativa, incluso ha sido tildada como actos de vandalismo, por el Consejo Internacional de Museos (ICOM).
Los activistas quieren alzar la voz en protesta por las nuevas perforaciones de petróleo y gas, en especial después que la Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció que no se logrará cumplir con el acuerdo hecho en París, cuando se estableció el límite de 1,5 grados al incremento de la temperatura a nivel mundial.
Muchos apoyamos la lucha a favor de la protección del ambiente, sabemos que en caso de no tomar medidas extremas, nos estamos dirigiendo a la destrucción del planeta.
Sin embargo, intentar atacar obras de arte que representan la historia del mundo, con un valor incalculable, no va a ayudar a la causa. En especial, porque los museos ya han cumplido con una serie de medidas para ser entidades más sostenibles.
De hecho, los ataques han sido tan frecuentes e invasivos, que algunos museos se han visto en la necesidad de reforzar su seguridad con ayuda de expertos, como el cerrajero, entre otros expertos en el área, para impedir que este tipo de actos se repitan.
Ataques hechos por los activistas
Hasta los momentos tenemos conocimiento de XXX actos de vandalismo realizado dentro de las instalaciones de algunos de los museos más conocidos del mundo, los cuales te damos a conocer.
- Museo Leopold – Viena. Dos activistas arrojaron petróleo sobre el cuadro Muerte y Vida, de Gustav Klimt, el pasado 15 de noviembre. Al igual que en otros ataques, la obra estaba protegida con un vidrio y al parecer, no hubo daños que lamentar.
- Museo del Prado – Madrid. El día 6 de noviembre, dos activistas decidieron adherirse a los marcos de La Maja Desnuda y La Maja Vestida, de Goya. Previo a esta acción, escribieron en la pared este mensaje “+1,5”. Esto sin duda hace referencia al incumplimiento del 1,5 grados máximo como incremento de la temperatura a nivel mundial.
- Museo de Historia Natural – Viena. El 10 de noviembre, dos activistas también se adhirieron a fósiles de dinosaurios, como método de crítica contra la destrucción climática.
- Museo Nacional de Oslo – Noruega. El 11 de noviembre, tres activistas intentaron adherirse con pegamento a la obra conocida como El Grito, de Edvard Munch. Por suerte, el cuadro estaba cubierto por una vitrina, la cual quedó con los restos del pegamento, cuando los guardias de seguridad lograron retener a las activistas.
- National Gallery – Londres. El pasado 14 de octubre, dos activistas tiraron sopa de tomate, contra la obra de Los Girasoles de Van Gogh.
- National Gallery de Victoria en Melbourne – Australia. El pasado 9 de octubre, dos activistas pegaron su mano en el cristal que cubre el cuadro Masacre en Korea, de Pablo Picasso.